[vc_row][vc_column][vc_single_image image=”6302″ img_size=”full”][vc_column_text]
Prepararse para rendir un examen es una tarea difícil y estresante, sobre todo si no logras enfocarte en el tema. Aprender a concentrarse es una habilidad que se desarrolla con la constancia y la voluntad. Por ello, es fundamental practicar cada día y valorar cada error como parte del aprendizaje. Encontrar un lugar confortable para estudiar y cumplir con una rutina diaria te ayudará a focalizar tu atención de forma prolongada.
- Acondiciona tu sala de estudio
Ya sea en tu cuarto o en otro salón de tu hogar, es imprescindible que tengas un espacio amplio y cómodo para estudiar. Asegúrate que el espacio de estudio esté organizado para que puedas enfocarte.
- Procurar tener los materiales ordenados
A la hora de conseguir el material didáctico para comenzar con tus estudios, puedes numerar el número de fotocopias para mantener un orden y tener claro cuáles son los temas claves.
- Busca un compañero de estudio
Si acostumbras a pensar en cualquier cosa a la hora de comenzar con el estudio, puede que te convenga buscar un compañero de estudio que te incentive a prestar atención en los momentos que te has propuesto estudiar.
- Identifica cuál de los sentidos te resulta más útil para focalizar tu atención
Ya sea la vista o el oído, cualquiera de los dos sentidos puede utilizarse para estudiar. Si los textos son muy extensos y no logras comprenderlos, puedes buscar un video que lo enseñe con un formato audiovisual.
- Realiza mapas conceptuales
Los mapas conceptuales son un tipo de resumen que ayuda a memorizar ideas. Un simple diagrama puede hacer información complicada mucho más fácil de procesar.
- Realiza pausas
Estar horas estudiando puede cansarte sin que lo notes, y una vez que te distraigas con algo, te será difícil continuar. Lo ideal es recrearte cada 40 minutos, para no agotarte en ningún momento.
Fuente: Universia
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][/vc_column][/vc_row]